jueves, 12 de enero de 2012

letras a los hijos...



CARTA DE UNA MAMA A SUS HIJOS

- Siempre que quieren hablar de madres en la televisión o en las revistas muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio, espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas frases de posters.....
¡¡Mentiras !!!
- Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrific ...io.... somos aguerridas guerreras que todo lo pueden....
- Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve, también nos cansamos y maldecimos en 17 idiomas cuando tenemos que esperarlos o ir a buscarlos a las 2 de la mañana a una fiesta....
- Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito que les dice ‘enano’ o ‘cuatro ojos’, y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias cuando realidad querríamos tener agarrado del cuello al pequeño verdugo entre nuestras manos.....
- Y también pensamos que la vieja de geografía es un mal bicho cuando les baja la nota porque no saben cuántos metros mide el Aconcagua que, al final, a quién cuernos le importa. Pero no lo podemos decir....
- No es que nos encante pasarnos horas en la cocina preparando un sin fin de comida y pensando que les gustará hoy....
- Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y sonrisas..... Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma....
Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que nuestros hijos no sufran- NADA-, nunca, jamás.....
- Ellos nos hacen felices…. cuando les encantan nuestras milanesas, cuando nos consideran sabias por contestar todas las preguntas de los concursos de la tele.... Cuando vienen llorando a gritos porque se rasparon la rodilla y nos dan la posibilidad de darles consuelo y curitas.....
- Cuando recién levantadas nos dicen, qué linda que estás, mamá.....
- Los hijos nos hacen mejores....
- Nos dan ganas y fuerzas.
- Nos comeríamos un cocodrilo crudo antes de que les toque un dedito del pie....
- Nos lavamos la cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles saber que la vida es buena, aunque nos vaya como el reverendo…
- Cantamos las canciones de Tatiana y vemos Barney y escuchamos al pollito amarillito y repasamos 500 veces la tabla del 8 y arreglamos el carburador para llevarlos al fútbol, a inglés, a dibujo, a la psicóloga, a básquet, a volley, a danzas, a la casa de la amiga, a la maestra particular, al dentista, al médico, a comprar un pantalón…
- Y armamos 24 bolsitas con anillitos y pulseritas y tratamos de que la torta parezca un Pikachu y nos buscamos otro trabajo y sacamos créditos y nos compramos libros y vamos al psiquiatra y al pediatra y a los videos y negociamos con los maestros y los acreedores y recortamos figuritas y estudiamos junto a ustedes ríos, provincias, las capitales de los países de Europa y nos ponemos lindas y nos enojamos y nos reímos y nos salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la princesa de todos los cuentos….
TODO SOLO Y EXCLUSIVAMENTE PARA VERLOS FELICES.

-VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES.
Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch para que fuera un lugar mejor para ustedes.-
GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ. GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.....
- Gracias, por esas porquerías que hacen en el colegio con corchitos y palillos (que casi nunca entiendo para que sirven pero guardo religiosamente), gracias por los abrazos, los besos, las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en la heladera, tantas noches sin dormir, las boletas, las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota, por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá, por las fotos de la primaria…..
- Son mis mejores medallas. Gracias porque LOS AMO. Y ese, es el amor que ME HACE GRANDE…

- Lo demás, …es MARKETING....
Gracias  Laura Trujillo  mi   BF4EE  por ser tan linda y carinosa y por compartir siempre cosas tan bellas...  Bendiciones.

Respetemos a nuestros hijos

El respeto que les tenemos a los hijos se manifiesta en la calidad del trato que les otorgamos y en la atención que ponemos en tratar de no invadir sin permiso sus espacios de autonomía. No es lo mismo, por ejemplo:

+ Supongo que esta mañana no has podido dejar ordenado tu cuarto. Me gustaría que lo hicieras ahora.

- ¡Eres un cochino, siempre lo dejas todo de cualquier manera! Ordena tu cuarto.

Las ventajas educativas de tratar a los hijos con el debido respeto son decisivas. Si nuestra relación con ellos no se basa en la consideración, se vuelve imposible llevar a cabo una acción educativa eficaz y la convivencia, a medida que se van haciendo mayores, resultará dificultosa.

Dos grandes razones justifican la necesidad de otorgar a los hijos un trato basado en el respeto:

Los niños tienen sentimientos igual o más intensos que nosotros. A menudo nos olvidamos de ello y pensamos que no tener ni el poder ni la madurez de la edad adulta es sinónimo de no acusar lo que pasa alrededor de uno.

Cuando a Pablo, en plena fiesta de cumpleaños de un amigo, su madre empezó a limpiarle los pantalones sacudiéndole con fuerza e increpándole furiosa: "¡Qué cochino eres! !Mira como te has puesto! ¡Siempre has de ser el más desastrado!" le estaba poniendo en evidencia delante de todos y los sentimientos de Pablo fueron de vergüenza y de odio hacia su madre.

- Cuando reciben un trato considerado, reaccionan con actitudes de colaboración. Pronunciar una frase amable para pedirles alguna cosa en vez de una orden autoritaria y cargada de reproches genera en ellos sentimientos de agradecimiento que les animan a identificarse y colaborar con la persona que no manda, sino que pide, recuerda, sugiere. No es magia: al igual que los adultos, los niños responden según los estímulos que reciben, se adaptan al trato recibido.

- Cuando reciben un trato desconsiderado o irrespetuoso, acaban por asumir conductas irrespetuosas, negativas e incluso agresivas. Al sentirse maltratado, el niño no puede por menos que sentir aversión hacia aquellos que le tratan mal, que no tienen en cuenta su dignidad. Y con esos sentimientos como cojín de su voluntad, es difícil que tenga ganas de seguir las indicaciones que ha recibido. Al contrario, es probable que por despecho, tenga ganas de desobedecer.

Imaginemos por un momento que en una reunión de amigos, nuestra pareja se mancha la camisa y, en voz alta y con tono de reproche le decimos: "Eres un auténtico desastre, siempre haces igual, mira como te has puesto, da vergüenza ir contigo a cualquier sitio..." Una situación similar sería tan inaudita que el simple hecho de imaginarla nos resulta cuando menos gracioso.

En cambio, si la escena se plantea entre padres e hijo, adquiere normalidad, pierde dramatismo. Incluso veríamos con relativa normalidad el pensar en un castigo si el hijo contestara una impertinencia.

Parémonos a pensar: ¿por qué nos parece normal destinarle un trato a nuestro hijo que de ninguna manera destinaríamos a nuestra pareja? ¿No podemos deducir que realmente nos olvidamos de pensar que tiene sentimientos y reacciones que dependen en gran medida de nuestra actitud con él?

Los niños aprenden a relacionarse y a comportarse por imitación y por contagio. Cuando son pequeños aprenden a hablar en el idioma que hablan los padres y, sólo mediante enseñanzas sistemáticas insistentes, consiguen aprender otros idiomas. Aprenden imitando las palabras que oyen. Pero al aprender a hablar no sólo adquieren esta habilidad, sino que adquieren con las palabras unos contenidos, unas actitudes, unas maneras de comunicarse.

Tan importante como las habilidades que adquieren son las ideas, actitudes y sentimientos que les han rodeado y que también aprenderán por imitación y por contagio. Pensemos por un momento en lo que aprenderá un niño cuando reciba de sus padres un trato más delicado, respetuoso y considerado, cuando haya podido imitar a sus padres en su consideración, delicadeza y respeto, y cuando, las palabras que haya escuchado desde pequeño expresen ideas valiosas y sentimientos positivos... Por el contrario, ¿qué forma de relacionarse y que valores tendrá un niño cuyos padres crearon en su casa un ambiente de falta de respeto, de autoritarismo, de desconsideración...

Es posible que, después de lo antes expuesto, quede en mis palabras un eco que no se corresponde con mi intención ni con la realidad de las cosas. Las palabras, con frecuencia son equívocas y nos inducen a errores. Me gustaría puntualizar que cuando hablo de respeto, consideración y delicadeza, no quiero decir no-intervención, no quiero decir que no haya que contrariar a los hijos, no quiero decir que debamos dejarnos avasallar por sus exigencias. Sólo quiero dejar claro que amonestar, orientar, informar o exigir no es lo mismo que insultar, avasallar, maltratar o avergonzar.

Fuente:
solohijos.com

monologo ...

Mujer moderna



"Son las 6 hs. a.m., el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared.
Estoy acabada. No querría tener que ir al trabajo hoy.
Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc.
Si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores.
Todo menos salir de la cama, meter primera y poner el cerebro a funcionar.
Me gustaría saber quién fue la bruja,
la matriz de las feministas que tuvo la infeliz idea de reivindicar los derechos de la mujer
y por qué hizo eso con nosotras que nacimos después de ella.
Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas!
Ellas pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas,
enseñándose mutuamente secretos de condimentos, tucos, remedios caseros,
leyendo buenos libros de las bibliotecas de sus maridos, decorando la casa,
podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos.
La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina.
Hasta que vino una fulanita cualquiera que no le gustaba el corpiño
y contamina a varias otras inconsecuentes rebeldes con ideas raras sobre
"Vamos a conquistar nuestro espacio". ¡Que espacio ni que nada!
Ya teníamos la casa entera, todo el barrio, el mundo a nuestros pies.
Teníamos el dominio completo sobre los hombres;
ellos dependían de nosotras para comer, vestirse y para hacerse ver delante de sus amigos.
¿Qué rayos de derechos quiso brindarnos?
Ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad,
huyen de nosotras como el diablo de la cruz.
Ese chiste, esa gracia, acabó llenándonos de deberes.
Y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería aguda.
Antiguamente, los casamientos duraban para siempre.
¿Por qué, díganme por qué, un sexo que tenía todo lo mejor,
que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos?
Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro,
Estaba cantado, eso no iba a terminar bien.
No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba pero con tetas y cola paradas, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio además de morir de hambre,
ponerme hidratantes, antiarrugas y demás armas para no caer vencida por la vejez…
Maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote,
tener el pelo impecable y no atrasarme con la tintura que las canas son peor que la lepra,
elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo.
No me banco más tener que decidir qué perfume combina con mi humor, ni tener que salir corriendo para quedarme embotellada en el tránsito y tener que resolver la mitad de las cosas por el celular,
correr el riesgo de ser asaltada, de morir embestida.
Instalarme todo el día frente a la pc laburando como una esclava (moderna, claro),
con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, para salir con los ojos rojos
(por el monitor, claro, para llorar de amor no hay tiempo).
Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas,
sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable,
lleno de maestrías, doctorados y especialidades.
Nos volvimos "súper mujeres"... Pero seguimos ganando menos que ellos!
¿No era mejor, mucho mejor seguir tejiendo en la silla mecedora?
Sabes que queremos las mujeres??? Basta!!!
Quiero que alguien me abra la puerta para que pueda pasar,
que corra la silla cuando me voy a sentar,
que me mande flores, cartitas con poesías, que me dé serenatas en la ventana.
Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar.
Para quééééé había que demostrárselo a ellos???
Ay Dios mío!, son las 6:30 am y tengo que levantarme...
Estoy abdicando de mi puesto de "mujer moderna"!